lunes, 24 de febrero de 2014

2. Reencuentro.

692 Días antes de que te fueras


La noche anterior Louis no llamó, tal como le había dicho India.

La chica casi no pudo dormir. ¿Y si toda su amistad con Louis se había fastidiado?
Y todo por el primer beso.
Ese primer beso...
Bueno, el primero, el segundo, y el número treinta y tres.
Cada uno fue perfecto, en sí todo lo fue. Louis lo hizo perfecto, pero, ¿a donde les guiaba todo eso?
India estaba perdida en su cabeza.

Esa mañana desayunó sin ganas, incluso sus padres notaron que le pasaba algo, y Liam, cuando terminaron la primera comida, le hizo un interrogatorio.



- Venga, dime que te pasa - insistió él sentado en su cama.


- No es nada... - India movió sus manos nerviosa. Era totalmente imposible que su hermano creyese que de verdad no pasaba nada. La conocía tan bien...


- ¿Algo con Abby?


- No. - alzó la cabeza y suspiró.


- ¿Con alguna amiga?


- No.


- ¿Has sacado alguna nota mala y no quieres que se enteren papá y mamá? - India alzó una ceja negando. Prefería haber suspendido algo en vez de que su amistad con Louis se fastidiase. - Pues... Ya no sé que más puede ser... ¿Louis sabe lo que te pasa? - la chica miró hacia otro lado mordiéndose el labio. Pues mira, sí, Louis técnicamente sabía lo que le pasaba. Liam arrugó la nariz. - Es Louis... - India se sonrojó - ¿Qué ha pasado?


- Pues digamos que... - India juntó sus dedos índices. Tenía muchísima confianza con Liam, pero en ese momento decir el verbo "besarse" conjugado en su correcto modo le daba cierto pudor.


- ¿Qué? - ella apretó más los dedos. - ¿Qué haces con los dedos?


- Pues... - ella gesticuló más.


- No entiendo.


- Que nos... - suspiró - Besamos.


- Ah... Joder, pues menuda forma de representarlo - ella sonrió nerviosa, mientras que Liam de repente estaba bastante feliz - Me alegro de que por fin Louis se haya lanzado. - India frunció el ceño.


- ¿Qué?


- Pues que por fin se ha atrevido.


- Ahora la que no pilla soy yo. - su hermano frunció el ceño.


- Pero a ver, ¿estáis juntos?


- No.


- ¿No? - India se sorprendió que por qué a su hermano le sorprendía tanto que no estuviesen juntos.


- No.


- ¿Y por qué?


- Pues no sé... Solo nos... Besamos. - Liam entonces se percató de que su hermana quizás no sabía aún el secreto de Louis, y no era el adecuado para contárselo.


- ¿Sabes qué? Deberías hablar con él, ya verás como todo... Sale bien. - y rápidamente salió del cuarto de una forma misteriosa.



Pero India no le llamó ni habló con él en las horas posteriores a las diez de la mañana. Tampoco sabía cuál era la reacción que estaba teniendo ahora él en su casa, si es que estaba en su casa.

Quizás estaba también dando vueltas en su cuarto, o quizás había olvidado el tema.
O puede que estuviese con una chica.
¿Y por qué pensar eso de repente le molestaba? En sí, antes de todo, Louis tenía total libertad de tener amigas, pero India siempre sentía una especie de protección para que no le quitasen a su mejor amigo.
Pero ahora esos celos eran distintos. Como... No quería pensar en la palabra, pero se le venía a la cabeza cada dos por tres.
Novio.
Siempre vio a su amigo solo como eso, como un amigo.
Es cierto que sabía que era guapo, y que Lena Young y Pam Gardleigh de su clase de biología estaban increíblemente locas por él, y seguramente unas cuantas más del curso. Asi que solía gustar a las chicas.
Además, una ventaja que tenía es que él la conocía como nadie.
Bueno, ¿ y qué hacía sacándole pros a su mejor amigo como si se tratase de un pretendiente en una página de citas?
Era patético.



Era ya por la tarde y se encontraba en el salón, atravesando el sofá mientras leía el sexto libro de Harry Potter por segunda vez.

Si había que ser una obsesa de algo, que fuese de Harry Potter, ¿no?
Estaba tan sumergida en el mundo mágico de Hogwarts que ni se percató de que Liam había entrado en la sala y se había acercado a la ventana. Abrió un poco la cortina y miró a afuera, y después volvió a cerrar.


- India, ha venido Abby. - entonces la chica si que despegó la mirada.


- ¿Enserio?


- Sí, está fuera, en la entrada. - India asintió, sin parecerle algo descomunal. Era muy típico esos repentinos actos de su amiga, de presentarse en su casa así sin avisar, simplemente cuando le apetecía. Y a India le encantaban, eran sorpresas que a veces ni se esperaba pero que le sacaban miles de sonrisas. Subió a su cuarto, se puso unas botas con pelaje por dentro y una cazadora imitando al cuero. Fue hacia la entrada y abrió la puerta.



Pero no era Abby la que estaba.



- Louis... - La chica no sabía si volverse a meter en la casa, y en parte le estaba tentando esa idea. El chico miró al suelo. Tenía las manos en los bolsillos y se movía de un lado a otro.


- Tenemos que hablar. - ella asintió. Sí, tenían que hablar.


- ¿Pasamos a dentro? - él dudó unos segundos.


- No, no hace tanto frío fuera. Además, si tus padres me oyen... Me moriría de vergüenza. - India se quedó pensando en qué sería lo que le daba tanta vergüenza que pudiesen escuchar sus padres. Louis se sentó en un lado del asiento balancín que. A ambos les enamoraba ese porche, de colores blanco y negro, que rodeaba toda la casa. Lo construyó el padre de India hace años con ayuda de algún que otro amigo, y la verdad es que se agradecía, porque era una maravilla digna de contemplar. Ella se sentó a su lado y los dos empezaron a mecerse levemente en el asiento, en silencio.


- Bueno... - ella suspiró.


- Mira India, respecto a lo que pasó ayer...


- Ya sé lo que vas a decir. Y me parece bien.


- ¿En serio? - Louis formó una sonrisa enorme.


- Sí, somos amigos, y no deberíamos dejar que algo así estropease las cosas. Podemos hacer como si nada hubiese ocurrido. - el cambio de reacción en la cara del chico fue épico.


- ¡No! Indi, me gustas desde hace años. - ella le miró estupefacta.


- ¿Qué?


- Pero supongo que ya da igual. - India se llevó una mano a la frente. Cagada triple.


- Pero yo creía... No puedo gustarte.


- ¿Por qué?


- Porque no le gusto a nadie.


- Eso no es así - ella le miró, mordiéndose el labio - a los que les gustas no te lo dicen porque no les dejo. - ella alzó una ceja.


- ¿No crees que eso es algo que me concierne más a mi?


- Cuando es una amenaza para mí sí.


- ¿Y los consideras una amenaza? - Louis sonrió pícaro.


- Claro que no. Tú solo eres mía y de nadie más. - India se puso se pie, enfadada.


- ¿Es que ahora soy un objeto con dueño, o qué? - anduvo hacia la puerta.


- ¡No! - Louis se levantó y agarró su brazo, parándola. - Lo que quiero decir es que me moriría si te viese con otro. No quiero compartirte con nadie. - ella se cruzó de brazos -Mira, ya te lo he dicho, me gustas, y mucho. Y pareceré una nenaza diciendo esto, pero quiero tenerte ya. No quiero que sigamos siendo solo mejores amigos, necesito algo más. Y después de lo de ayer no aguanto. Déjame que lo intente, ver cómo sale esto. - se quedó callada, tímida, mirándole sin saber qué decir- Cada cosa que le había dicho Louis era de lo más bonito que alguien le había llegado a decir, y de algún modo hacia un efecto sobre ella, un efecto bueno, porque le estaba gustando esto. - Ayer cuando... nos estábamos besando, ¿no sentiste algo especial? - Louis resopló nervioso y sonriendo a la vez - Parezco marica cuando hablo. - India sonrió, y pensó en la pregunta que le había hecho. ¿Qué había sentido el día anterior?


- Sentí que no quería parar. - confesó sinceramente.


- ¿Pero por el hecho de besar o por mí? - alzó una ceja.


- No entiendo mucho eso que acabas de decir.


- A ver, más fácil. Ahora mismo qué te apetece más, ¿besar a alguien por besar, o besarme a mí?



Ella se quedó pensando. ¿Le había gustado lo de besar en general o lo de besar a Louis? Hombre, pensaba por ejemplo en su amigo Niall y ni loca lo haría, ni con Harry, ni con Zayn, ni con otro del curso. ¿Pero con Louis? Le miró fijamente, y entonces algo tuvo claro. Agarró de la chaqueta al chico y tiró hacia ella, y entonces le besó. Louis no se lo esperaba para anda. Esa era una de las cosas que más le gustaba de ella, lo impredecible que era en ciertos casos. Él continuó el beso, pasando las manos por su cintura mientras ella lo hacía por su cuello...

Hasta que la puerta se abrió.
India se separó con rapidez.


- ¡Liam! - le regañó. Se moría de vergüenza, su hermano justo había abierto la puerta para pillarles. El chico se apoyó en el marco de madera y sonrió pícaramente.


- Solo quería comprobar si uno de mis mejores amigos se ha convertido en el novio de mi hermana. - India suspiró mientras Louis reía, ya que le divertía la situación. La chica agarró la mano de su novio y miró a Liam.


- Pues ya lo has comprobado. Adiós. - India agarró el pomo de la puerta y tiró, obligando a que Liam se fuese. Una vez cerrada, suspiró y miró a Louis, aunque después rió.


- Entonces... ¿lo somos? Quiero decir, ¿ya está? ¿Hola India eres mi novia? - la chica se mordió el labio y se encogió de hombros.


- Supongo. - le pasó las manos por detrás del cuello a Louis y se acercó a él, dispuesta a besarle, pero el chico se apartó antes.


- 9 de octubre de 2010. - ella alzó una ceja.


- ¿Qué pasa?


- Que desde ahora esa es la fecha del mejor día de mi vida.





Presente



[NARRA INDIA]


Me quedé sin habla, ahí quieta. La gente seguía aplaudiendo, para ellos dos segundos, para mí horas.

Ni si quiera me salían lágrimas de la conmoción que tenía, pero creedme, quería llorar.
¿Por qué hoy? ¿Por qué justo hoy?
Se me formó un nudo en la garganta.
Estaba ahí...
Y se le veía bastante distinto.
El  pelo lo llevaba de forma distinta, estaba más... Hombre. Parecía más maduro.
Llevaba una camisa blanca con las mangas remangadas, y, quizás me confundía, pero parecía que tenía varios tatuajes.
Había cambiado mucho, pero a la vez seguía igual que hace dos años, cuando él era mi prioridad en la vida.
Eso sí, su sonrisa seguía siendo la misma.

Suspiré, presa del pánico, pero intenté concienciarme. No debía permitir que la situación me dominase. Era más fuerte que eso.

Fingí una sonrisa pensando que quizás había pasado más tiempo del necesario con mala cara, y la gente podría empezar a preocuparse. Y eso era lo que menos quería.
Me di la vuelta y comencé a andar, pero esta vez mis pies quizá no resistirían tanto.

"Venga India... Derecha, izquierda, derecha, izquierda..."

Me centré en solo, quizás de esa forma conseguía evadirme, pero como mártir que soy, en el camino a mi asiento, le busqué con la mirada.
Solo que esta vez... Ya no estaba.
Había desaparecido, no había rastro de él en el lugar en el que estaba.
Y entonces llegué a la conclusión de que quizás había bebido demasiado Eristoff, y que mi subconsciente me estaba pasando una mala jugada debido a los nervios por el discurso.
¿Y entonces lo que me iba a decir Marissa? ¿Y el comentario de Emer?
Quizás fuese por otra cosa, ¿no? Quizás justo me iban a decir algo importante el día que mi exnovio vuelve.
Que no, olvídate, que no ha vuelto.
No ha vuelto.
Son imaginaciones mías y Marissa y Emer están locas.
Quizás yo también lo estoy.


La graduación continuó como estaba previsto, y yo traté de olvidar que me estaba volviendo loca.

Quizás me había presionado con todo el tema del discurso, quizás el querer que todo fuese perfecto me estaba haciendo mal.

Llegamos a la parte de los diplomas, en la que se iba llamando a cada alumno para subir al escenario, hacerse una foto mientras el director te da el papel aquel, y salir diciendo gracias, sonriendo a los profesores de las sillas, cómo si en ese momento olvidases todas las putadas vividas en los años anteriores.


Empezaron por la A, y ahí empezó la cosa.

El primero de mis amigos en subir fue Niall, el cual, como no, sonreía, y todo el mundo le aplaudía. Creo que también guiñó el ojo a alguien del público, pero tampoco me fijé mucho.
La siguiente del grupo fue Abby, que estaba perfecta, para qué engañarnos. Tenía esa seguridad y ese control sobre todo tipo de situaciones que daba gusto verla, de verdad.
Más alumnos pasaron por el escenario, y llegó el turno de Zayn.
Orgullosa es poco.
Aplaudí como nadie cuando subió y le entregaron el diploma, y también cuando dedicó unos segundos solo para mí, mirándome fijamente, y sonrió.
Unos cuantos alumnos más y luego llegó Emer (zorra)a la que, explicablemente, a penas miré, pero en cierto momento me fijé en que llevaba Vans.
A ver alma cándida, ¿cómo narices vas a tu propia graduación con Vans, que seguro que están roñosas de utilizarlas mucho?
Joder, que me dices manoletinas y vale, ¿pero Vans? ¿Y delante de todo el pueblo?
Me crucé de brazos y suspiré.
Venga India tranquila, que ya has tenido demasiadas emociones.
Todo continuó, la P se acercaba y a mí ya me temblaban las piernas, hasta que oí "India Payne" y me puse de pie rápidamente. Caminé por el césped y ya me encontraba de nuevo en el escenario, y aunque lo intenté con todas mis fuerzas, mi cabeza se giró obligada y busqué a Louis entre el público. Pero de nuevo, el intento fue fallido.
Me entregaron el diploma, ese que sé que acabaré teniendo en un rincón perdido de la estantería cogiendo polvo, pero al fin y al cabo, un diploma.
La foto, sonrisa, un gracias mas un coqueto movimiento de pelo, otros gracias, y caminé de nuevo hacia el fondo del escenario, mientras llamaban a mi hermano. No volví a mi sitio, sino que esperé a que Liam acabase lo suyo. Cuando lo hizo, vino hacia mí con una sonrisa y me abrazó. Después pasó un brazo por encima de mis hombros y bajamos las escaleras juntos.
Me apostaría lo que sea a que mi madre en ese momento estaba a punto de llorar mientras hacía una foto.
La conozco demasiado bien.
Después del momento fraternal que enterneció a todo el mundo, volvimos a nuestros asientos y todo siguió su curso.
En cierto momento, los apellidos que empezaban con S fueron los protagonistas, y le tocó a Harry subir al escenario.
Siendo tan él, iba con esas prisas y esa energía que, torpemente, tropezó en el último escalón y casi cayó de bruces al suelo, haciendo reír a todo el mundo. Aunque él se salvó, el birrete no tuvo tanta suerte, quedando a dos metros de él. Y Harry que es lerdo no, lo siguiente, en vez de ir como una persona normal, fue a gatas a por él.
De repente las Vans de Emer (zorra) no me parecían tan descabelladas.
Qué risa y qué vergüenza a la vez, y mientras el director mirándole con la boca abierta a más no poder.
Tras el cómico momento, las demás letras llegaron, y afortunadamente, todo llegó a su final, o casi.
Faltaba ponernos de pie y lanzar el birrete a lo más estilo americano.
Pero una vez hecho, si que concluyó esa parte.
Ahora tocaba el banquete.
En el gimnasio, habían preparado varias mesas con comida, tanto puesta por el instituto como por las familias de los graduados. 
Y a ahí se dirigía todo el mundo.
Yo esperé a reunirme con mis amigos y con Zayn, y entre todos nos abrazamos, felicitamos, e incluso algunos nos besamos, pero eso son detalles íntimos.
Seguimos la masa y acabamos en el gimnasio, donde toda la comida me estaba tentando.
Comí, reí, hablé con gente, volví a comer y saludé a compañeros.
Engullí, sonreí, agradecí y finalmente me reuní con mi abuela Joy a hablar sobre los vestidos de otras chicas, y sobre qué chicos eran guapetones.


- Mira, ¿ves a ese? - señalé a uno.

- Uy, que feo.


- No, ese no, el de su derecha.


- Ah, ese está mejor.


- Es Paul.


- ¿El del curso pasado?


- Sí, el que me regaló flores y todo.


- Pobrecito, que enamorado estaba.


- Pobrecita yo que me acosaba - la abuela rió.


- Ay Indi, eres como yo de joven. - sonreí. Me encantaba cuando me decía eso. - A ver, dime a algún chico más del que me hayas hablado.


- Pues... - giré la cabeza y miré por todos los lados, intentando encontrar a alguien. Vi, a Helen, Ty, Pauline, Megan, Ian, Yuki, Bill, Louis, Sarah...



Mi boca se secó, y ya ni podía pensar en buscar a más gente.

Louis...
Rogué para que fuese de nuevo mi cabeza, para que todo esto no estuviese ocurriendo. 
¿Por qué hoy? Joder, es que no lo entendía. Si hubiese sido dentro de dos meses y medio... Pues vale, porque me iría a la universidad, ¿pero ahora? 
Sentí cómo empecé a sofocarme, como de repente la sala se volvía demasiado cálida y que el aire me faltaba.
Por. Qué. A. Mí.
Estaba ahí, y le veía más de cerca que antes desde el escenario.
Louis, con esos ojos azules que brillaban siempre, con ese pelo castaño que a veces tiene reflejos claros si le da el sol. 
Louis, simplemente él.
Y me miraba, y me volvía a sonreír.
Sentí que las piernas me fallaban.
Si lo mío no era mala suerte, era que alguien me había echado una maldición gitana.
Y lo peor es que no podía dejar de mirarle, y él a mí tampoco.
Y cuanto más tiempo pasaba, más sonreía.
Hasta que en cierto momento, se dio la vuelta y... Se fue.

Miré hacia los lados horrorizada. 

¿Y ahora dónde estaba?
Supiré intentando tranquilizarme.
El día no estaba yendo del todo bien.


- Indi, cielo, ¿estás bien? - miré a mi abuela, y entonces me percaté de que me había pasado demasiado tiempo perdida. 


- Eh... Sí. - volví a mirar rápidamente buscando a Louis, pero nada, en cambio vi a otras personas. - Mira, ahí están Zayn y Niall, ve a hablar con ellos. 


- Sutil forma de deshacerte de una vieja carca - bromeó ella y reí. - Voy a intimidar a los muchachos. - formé una sonrisa y después nos dividimos. Caminé por todo el gimnasio, que ya era grande en sí, y además estaba hasta los topes de gente. 

Tras diez minutos buscando, encontré el vestido azul cielo de mi madre. Me acerqué.

- Hola mamá - saludé poniéndome a su lado. 


- ¡India! Contigo quería hablar. Mira quién está aquí. - entonces dejé de mirar a mi madre y miré a la mujer que estaba al lado, de cabello oscuro, que sonreía.



Era la madre de Louis. 



- Johanna - dije poniendo voz amable. No es que no me cayese bien, es más, el resto de la familia de Louis era un encanto, pero si ella estaba aquí significaba que yo no estaba loca y que de verdad él había vuelto. Prefería haber estado loca, creedme. 


- Hola India, me alegro muchísimo de volver a verte - se acercó a mí y me abrazó.


- ¿Qué tal por Estados Unidos? - Tanto ella como su novio (que ahora creo que es marido por que me lo dijo mi madre hace unos meses) más sus cuatro hijas más Louis se habían ido a América hace dos años. Todo empezó con un traslado de trabajo temporal de Johanna, pero además ofrecieron una beca para que Louis hiciese los dos últimos cursos de del instituto. Y todo eso arrastró a la familia, y se fueron. Y con ese viaje él se llevó mi corazón, roto en pedazos. Y en ese tiempo que había logrado reponerlo, va y vuelve, rompiéndolo de nuevo.


- Bastante bien, aunque ya echábamos de menos Inglaterra, el mal tiempo, conducir por la izquierda... - Sonreímos todas. - Y teníamos ganas de volver, sobre todo Louis, que estaba deseando verte. - Sucio cabrón. Por la forma en la que sonreía su madre seguro que no le había contado lo que me hizo. 



Mamón.



- Sí, - habló mi madre, y deseé que cerrara la boca - podríais veros un día de esta semana. Hace muchísimo que no os veis, y eráis inseparables cuando salíais juntos - Gracias mamá, acabas de perder el derecho de ver a mis futuros nietos cuando los tenga por ese comentario. Sonreí falsamente.


- Sí, un día de estos. - Johanna miró hacia los lados. 


- Creo que está por aquí. No sé, es que en casa dijo que quería ver a varios amigos y amigas. Pero no sé si ha venido al final. - Apreté la mandíbula. Sí, sobretodo "amigas", ¿no, Louis? Tenía que irme de ahí. No aguantaba ni un segundo más dentro de una conversación en la que Louis era el tema principal. Además, sabía que mi madre le adoraba, siempre lo hizo. (Ella tampoco sabe lo que él hizo, por si lo preguntáis.) Y siempre recordaba momentos de cuando éramos novios. Quiero mucho a mi madre, pero a veces me resulta tentadora la idea de coserle la boca. 


- Eh, supongo que ya le veré - Sonrisa falsa - Bueno, yo tengo que, eh, irme a fuera, porque Zayn está... Y Harry... - tragué saliva. - Me tengo que ir. 


- Claro. - Me despedí de ambas madres, con besos en las mejillas, abrazos y "prometiéndole" a Johanna que un día iría a su casa a comer. 



Caminé de nuevo atravesando todo el lugar. 

Estaba ya a punto de acercarme a la puerta cuando alguien me paró.
Era Marissa, que de nuevo me había encontrado.


- Por fin - exclamó.

- Hola Marissa... - No, no quería que me lo dijera, no quería que hablara sobre Louis. Pero como siempre, la suerte no estaba de mi parte.


- Lo que te tenía que decir es que Louis ha vuelto. - suspiré.


- Ya lo sé.


- Ah bueno, supongo que te lo habrá dicho y tal. - sonrió. Si todo el mundo supiese lo que hizo dejarían de sonreír cuando hablasen de él...


- Sí, algo así.


- Bueno, pues era eso.  - sonreí fingidamente. - Adiós.


- Adiós. - se alejó y por fin salí de ese maldito sitio que me estaba consumiendo y ahogando.



Caminé por el césped ahora vacío, viendo el escenario con todas las sillas y con algunos birretes dorados en el suelo.
Pensé en las pobres personas que tuviesen que recogerlo todo después.
Asegurando que no había nadie, levanté mi vestido y me saqué el móvil de la ropa interior.
Sí, ala, soy una guarra que se guarda el móvil en las bragas, pero era ahí o en el sujetador, y siendo el vestido de palabra de honor como que no.
Además, ¿qué chica nunca ha hecho eso en su vida?

Abrí el Whatsapp y escribí un mensaje hacia Zayn.


"Estás libre o Joy te está contando cómo de joven salía con dos chicos a la vez?"


Anduve en circulos durante unos minutos hasta que él contesto.


"Libre, Joy ya sabe que esa historia me la ha contado mil veces" 


Sonreí.


"Te espero en el coche"





Llevaba apoyada en la puerta del copiloto unos diez minutos, pero sabía que desde el gimnasio hasta aquí había bastante trayecto, por lo que Zayn tardaría lo suyo.
Me entretuve mientras jugando al Flappy Bird, o más bien estrellando al maldito pájaro contra las tuberías, hasta que oí pasos. Dejé lo que estaba haciendo y le miré, cruzada de brazos.


- ¿Y esta repentina necesidad? - dijo andando hacia mí cual gacela macho.


- Te echaba de menos - me encogí de hombros.


- Soy culpable. - él sonrió pícaramente. Vi que sacaba de su bolsillo la llave del coche y lo abría. Siendo consciente de que vigilaba cada uno de mis actos, me metí en la parte trasera del coche, y en pocos segundos, él ya estaba a mi lado cerrando la puerta por dentro. Me quité la toga y me senté encima de él.

- Me encanta cuando dejas de ser una chica buena y responsable. - Adiós cinturón.


- Creo que después de estos siete meses, ya deberías tener claro que no soy una chica buena. - sonreí con picardía mientras Zayn subía las manos por mis muslos, hasta llegar a mi ropa interior y bajarla lentamente. En un momento levantó el vestido, miró las bragas, frunció el ceño y después bajó un poco mi escote, observando el sujetador.


- Uy, esto es nuevo. - me reí. - Me gusta. - Tomo nota: comprar más lencería negra con encaje. - Pero me gusta más así. - y las sacó completamente. Yo me encargué de bajarle a él los pantalones y los boxer. En apenas segundos, sin necesidad de condón y gracias a las pastillas anticonceptivas, nos fundimos el uno en el otro.



Y así, señoras y señores, es como una se olvida de todos los problemas sobre Louis Tomlinson.




(...)




- Es que le vi Abby, le vi. Y estaba ahí, con tatuajes, y el pelo más largo. - me miré en el espejo. Ese pantalón vaquero de talle alto me quedaba muy bien. Sujeté el teléfono con una mano mientras con la otra buscaba en el cajón la camiseta blanca de tirantes con el atrapasueños dibujado.

- Si te creo, pero te digo que nadie de nosotros le vio.


- Vamos, es que si le llego a ver no sale vivo. - Oí la voz de Liam, ya que el altavoz estaba puesto. Ambos estaban en casa de la chica. Abby, él, Niall y mi abuela eran los únicos que sabían sobre lo que hizo Louis en su día.


- Liam, por favor. Si le ves no hagas nada. No se merece ni siquiera que le hables.


- ¿Cómo no voy a hacer nada? No solo te falló a ti, sino a mí. Era mi mejor amigo - suspiré.


- Lo sé... Lo sé...


- Yo creo - dijo Abby - que deberías soltarle unas cuatro cosas.


- No. Paso. Ni le hablaré. 


- India, nunca le llegaste a gritar, ni a insultarle como es debido. Ya es hora, ¿no?


- Secundo lo que dice. - habló Liam.


- He dicho que no. - suspiré. - Cambio de tema. ¿Qué te vas a poner? 


- Oh oh. Conversación de mujeres. - sonreí ante el comentario de Liam.


- La falda vaquera corta.


- Me gusta esa falda - se volvió a oir a Liam.


- Porque es fácil de subir. - habló Abby. Carraspeé. A veces se les olvidaba que yo era la hermana de Liam, y que tales cosas me resultaban asquerosas. - Y la camiseta sin mangas negra, esta que se ata en el cuerpo y tiene la espalda al aire.


- Esa también me gusta.


- Liam, cerdo.


- Calla anda. - sonreí.


- Bueno, cuelgo que no me va a dar tiempo. ¿Me recogéis en media hora?


- Sí.


- Bueno, pues hasta luego.


- Adiós.



Colgué.

Hoy había una fiesta en el lago con motivo de la graduación.
Bueno, lo que llama todo el mundo el lago era un lugar a cinco minutos en coche del pueblo, al lado del bosque, en el que había como una charca muy grande, no muy profunda. Quizás unos tres o cuatro metros.
Pero el lugar era encantador. Había hasta una pequeña pasarela de madera, y una cuerda atada a la rama de un árbol para saltar al agua. Además, en el atardecer, el sol iluminaba todo el agua con reflejos naranjas.
Me encantaba ese sitio, por eso, y por las fiestas que solían hacerse ahí.
Técnicamente ya había empezado, pero Abby y yo teníamos la costumbre de ir más tarde porque era cuando más animada estaba la cosa.
Ella y yo lo denominábamos como "retraso de cortesía".

La media hora se consumió entre elegir zapatos, peinarme, pintarme un poco, recoger la ropa que había sacado, y despedirme de los familiares que aún quedaban en el salón.

Salí, y ya me estaba esperando Liam en el coche junto a Abby.
Miré al cielo.
Ya estaba oscuro, eran las diez menos cuarto de la noche.
Me subí al coche y di por empezada la velada.


El lago estaba lleno de gente, desde mis compañeros graduados, hasta antiguos alumnos, hasta gente del centro de las afueras.

Según andabas y dejabas la parte de descampado con los coches y te adentrabas en el bosque, oías más alta la música, a más gente besándose contra árboles, y el olor a borracho se hacía más intenso.
Cuando los árboles se acababan y ya veías el agua, podías observar que en la ancha orilla de tierra, habían hecho una hoguera.
Como no teníamos playa, nos teníamos que adaptar a lo nuestro.


- Voy a buscar a Zayn - dije a los otros dos.


- Vale. - me separé de ellos y empecé con la búsqueda. Había gente, pero no como en el gimnasio de la graduación, por lo que era fácil buscar. Al primero al que vi fue a Harry, al lado de un grupo de amigos y amigas, mientras bebía una cerveza.


- Buenas noches - le dije sonriente cuando me acerqué.


- Hola amiga - me sonrió - ¿Quieres una cerveza? - Asentí. - Él se agachó y cogió de una barreño con hielos casi desechos una cerveza. La abrió y me la dio.


- Gracias. - comencé a beber.


- Las antiguas alumnas ahora son unas guarras. ¿Te puedes creer que tres me han pedido irme con ellas donde nadie pueda vernos? Y no dos, ¡tres! - reí.


- Es que eres muy alto, y eso impone.


- Y guapo. - asentí sonriendo.


- ¿Y vas a aceptar alguna de sus ofertas? - él agachó la cabeza levemente.


- No, ya sabes que yo no soy así. - Harry era un buenazo. Creo recordar que la última novia que tuvo fue hace cinco meses, hasta que ella le dejó. Y desde entonces él se había mantenido aparte, sin si quiera liarse con alguna chica, algo pasajero, no. Y mira que había tenido miles de oportunidades, peor él se quedaba al margen, ¿que por qué? Ni idea. 


- Lo sé, lo sé... - él suspiró y después seguimos hablando, mientras yo me acababa mi primera cerveza y empezaba la segunda.


- Mira, ahí está Niall - Señaló Harry en cierto momento. Me giré y le vi, junto a una mesa montable con bebidas encima.


- Voy a saludarle. - comencé a andar en esa dirección, acabándome a la vez la cerveza. - ¿Ya poniéndote borracho? - dije mientras ponía ginebra en su bebida, y después añadía Fanta de limón.


- Y a mucha honra. 


- ¿Quieres? - ofreció a prepararme uno. Dudé un poco. - Venga, a ver quién se termina antes el suyo.


- Obviamente vas a ser tú, yo voy a acabar vomitando.


- Cobarde... - sonrió tentadoramente.


- No sé. - miré hacia los lados. Si en ese momento aparecía Zayn, le debería toda mi vida.

No quería beber demasiado, porque cuando lo hago suelen pasar cosas vergonzosas. 


En un momento, vi algo que ojalá no hubiese visto.

Al otro lado de la hoguera, pegados a un árbol, vi un pelo azul pastel demasiado claro.
Emer.
Pero ella no era la parte mala.
Era todo en sí.
Prefería mil veces dormir con ella cada noche de un año que verla con él.
Estaba a lado de Louis, riendo, y hablando.
Pero Louis de nuevo me estaba mirando a mí, y ahora sonriendo.
Encima de que vuelve, ahora habla con Emer (zorra), ¿y se digna a sonreírme?
¿De qué va?
Vi que se acercó a ella y le susurró algo en el oído. Y entonces, ahora los dos me miraban, y él sonreía, y ella se burlaba de mí riéndose. ¿A qué venía esto?


- Vale - le dije a Niall, aceptando la competición de cubatas.




Media minutos más tarde, cubata acabado, un chupito de negrita, y una cerveza más, yo me encontraba con Niall diciendo bobadas.



- India, estás borracha - me dijo, estando él aún más borracho.


- Y tú eres un apócope. 


- ¿Apocoqué?


- Apócope.


- ¿Qué es eso?


- No lo sé.


- ¿Y por qué me lo dices?


- Porque suena bien la palabra, como a Indio.


- ¿A Indio? - él se rió.


- ¿Qué pasa?


- Indio... India... - suspiré.


- Voy a buscar qué significa. - cogió su móvil y lentamente desbloqueó la pantalla, lentamente se metió en google, y lentamente escribió "apócope". - Supresión de algún sonido al fin de un vocablo.


- Eh... Vale.


- ¿Entonces es como cuando en vez de Abigail, decimos Abby? Somos apócopes entonces. 


- Y yo qué sé, nunca he apocopado.


- Eso suena a sexo. - le miré mal. - ¿Sabes qué? Quiero saltar la hoguera. 


- Creo que puedes. Eres irlandés.


- Que sea irlandés y que tenga aspecto de elfo no tiene que significar que salte muy alto.


- Pero saltas muy alto.


- Ya, pero eso es una coincidencia. - sonreí. Anduvimos hasta ponernos a poca distancia de la hoguera, la cual ahora debe medir unos dos metros, o un poco menos. 


- Si coges mucha carrerilla la saltas seguro.


- ¿Pero y si me quemo?


- Bueno, pues serás como la Antorcha Humana. ¿No querías ser un superhéroe? 


- Es verdad, tienes razón. - se echó hacia atrás y suspiró. - Hoy será un día nuevo, voy a ser un superhéroe.

- Venga, tú puedes. - empezó a correr.

- ¡NIALL! - oímos la voz de Zayn, por lo que el rubio paró y le miró con cara de fastidio. Yo también miré así a mi novio. Había fastidiado la oportunidad de tener a un amigo que pudiese salvar al mundo.

- Jo tío, que estaba a punto de convertirme. - Zayn se acercó a nosotros.

- Estás loco tío, - me miró y sonrió - Y tú, pequeña. Llevo buscándote todo el rato. Ni si quiera Abby sabía donde estabas.

- ¡Niall! - miré a mi amigo.

- ¿Qué?

- ¡Ha dicho Abby! - abrió mucho los ojos y la boca.

- ¡APÓCOPE! - gritamos a la vez.

- Vale, ya está bien, ya no bebéis más. - me pasó un brazo por la cintura y me juntó a él.

- Oye, pero que yo estaba a punto de ser la Antorcha Humana. 

- ¿Y no prefieres ser AquaMan para poder mover el agua? - Niall abrió mucho los ojos mirando a Zayn. Pues AquaMan también estaba bien...

- Oh si, por estas cosas me caes bien . - Zayn rió. - Chicos, voy a convertirme en AquaMan.

- Que te vaya bien. - se despidió con la mano y se apartó. - Puto loco... - Zayn se giró hacia a mí y me besó.  - Por fin. - sonreí.

- ¿Sabes qué? - me acerqué a su oído, dispuesta a susurrar algo. Pero un grito hizo que nos giráramos justo para ver a Niall corriendo hacia la cuerda del lago, saltar, agarrarla y después  tirarse al agua alocadamente.

- Debería haberle dicho que fuese un Gormiti de tierra. 

- Retweet y Fav. - le dije riendo. Me encantaba decir eso. Me sentía muy mainstream. Al minuto, la cabeza de Niall asomó por el agua y todos los que estaban viendo empezaron a vitorear y aplaudir. Él salió del agua, y así, porque sí, se quito la camiseta como quien no quiere la cosa, y se pegó a una chica en bikini a la que empezó a besar. Admito que si fuese chico, me encantaría ser como Niall.

- ¿Qué me ibas a decir? - habló Zayn.

- Pues que... Podríamos ir a la oscuridad, y contra un árbol... - le oí a él reírse.

- No vamos a tener sexo ahí.

- ¿Por qué?

- Porque nos puede ver todo el mundo.

- Pues que disfruten con la imagen.

- Ese el el problema. Que el único que puedo disfrutar de ti soy yo, eres mía, y... - puso cara de interesante - mataré al que se interponga. - sonrió.

- Eso es muy macho dominante. - se encogió de hombros.

- Oye, voy a ir a por una cerveza. ¿Me prometes que vas a ser buena chica y que no vas a hacer alguna locura de borracha necesitada? 

- Te lo prometo - levanté una mano a lo scout. Me dio un último beso y se alejó.


Aproveché ese momento para dar vueltas y mirar, buscando a una persona.
No iba a cometer locuras de una borracha necesitada, pero si de una borracha rencorosa y enfadada.
Y tenía claro que si encontraba a Louis, me acercaría y le diría de todo. No, repito. Le pegaría. Sí, le daría una bofetada de las de las películas. Y si está con Emer al lado, pues a ella también la pegaré.
Por puta.

Seguí mirando y dando vueltas, pero no estaba, no le encontraba. 
¿Y ahora donde se había metido el gandul este?
Entonces, en ese momento, noté que mi bolsillo vibraba y que se oía una canción.
¡Me llamaban! 
A ver qué quería Liam ahora.
Cogí el aparato y leí lentamente la pantalla.
Era un número desconocido.
Cogí la llamada.


- Digamelón,

- ¿Tan enamorada sigues de mí que no dejas de buscarme?


Y por muy borracha que estuviese, en ese momento dejé de sentir todo, que la boca se me secó y el estómago se me contrajo.
Colgué y volví a mirar hacia los lados, pero seguí sin verle.
¿¡Dónde estaba!? Y lo peor es que se estaba burlando de mí, observándome.
Ya se rió una vez de mí, y ahora esto.
No iba a haber una tercera. 
Ya no quería seguir ahí, quería irme.
Me quedé quieta hasta que vino Zayn.


- Oye, - le dije escondiendo un poco que estaba aterrorizada por lo de Louis - me encuentro mal.

- ¿Enserio? - se preocupó.

- Sí, es que me duele la cabeza, y la tripa, y todo...

- Pero si hace unos minutos estabas bien.

- Ya, pero ahora no sé por qué estoy así.

- Eh... Ahora vamos al coche y te llevo - ay pobre, encima que se había empezado la cerveza.

- No, no. Antes he hablado con eh... - pensé en alguna chica del curso que me cayese bien. - ...con Uriah.

- ¿Enserio? ¿Te lo ha dicho?

- Sí, ha ido ahora a por el coche, que me espera en la carretera.

- ¿Quieres que te acompañe al coche?

- No, no, gracias. - odiaba mentirle, de verdad, me mataba por dentro. Pero necesitaba un tiempo para pensar, para escuchar canciones tristes, y para llorar todo lo que me quedaba por llorar. 

- Uf... - No le veía del todo convencido.

- Estaré bien - me acerqué y le di un corto beso.

- Vale - sonrió - llámame cuando llegues a casa - asentí. - Te veo mañana.

- Sí - nos volvimos a besar y me separé - Adiós.


Se despidió de mí y yo inicié mi camino de vuelta a casa.
Sabía que tendría que andar mínimo media hora, pero me daba igual.
Así se me quitaba la borrachera, y así meditaba.
No me podía estar pasando esto, no podía.
¿Louis?
¿Por qué ahora?
¿Y por qué sonríe?
Es que esa sonrisa... Él sabe que con esa sonrisa hace milagros, que siempre me hacía feliz cuando él sonreía.
Buenos tiempos aquellos.
Y ahora... Ahora pensar en él me hacía daño, verle me rompía.
Acabé atravesando todo el bosque sabiendo que no me había despedido de nadie, pero me daba igual, sinceramente.

Llegué al descampado de los coches, y finalmente a la carretera.
Entonces cogí el móvil y los auriculares y creé una lista de reproducción de las canciones más tristes que tenía.
Era hora de llorar.



(...)



Exactamente cincuenta y dos minutos después, llegué a mi calle.
Podría haber llegado antes, pero iba a paso lento.
Desde dos casas más atrás, veía la mía con las luces apagadas. Mis padres y mi abuela ya estarían dormidos, asi que debía ser sigilosa.
Llegué a la valla que rodeaba el recinto y entré. Caminé sobre el césped y acabé en las escaleras que llevaban al porche.


- Sigues igual que antes, bueno, ahora estás más guapa. 


La sangré se me heló.
Esa voz...
Las farolas de la calle alumbraban, lo suficiente como para ver lo que había en la parte delantera de la casa, pero ahí no había nadie.
Aunque sabía muy bien lo que había oído.


- Sal si tienes narices. - dije esperando que respondiese. Entonces, a mi derecha, vi como alguien aparecía, como si hubiese estado escondido en la otra fachada. Era Louis, que ahora le tenía cerca. Ahora le veía, y tenía que admitir que los años simplemente le habían beneficiado.

- Ya he salido. - ¿y por qué su voz tenía que ser más grave? Solo hacía que fuese más tentador. Y los tatuajes, que asomaban bajo la camiseta negra que llevaba. ¿A qué jugaba este chico? ¿A provocar? ¡India! Me regañé a mí misma por pensar así. Primero, tienes novio. Segundo, odias a Louis. Tercero, le odias mucho más.

- Pues ala, ya has dejado que te vea, ya eres feliz. - saqué las llaves de mi bolsillo, dispuesta a abrir la puerta.

- ¿No vas a decirme nada?

- No tengo que decirte nada. - Me acerqué más a la entrada.

- Venga India. - me agarró del brazo.

- ¡No me toques! - grité susurrando.

- Vale... - sonrió pícaramente, y después echó un vistazo al porche. - No ha cambiado. ¿Sabes qué? Me encanta este porche, me trae buenos recuerdos.

- ¿Ah sí? Pues a mí no.

- Bueno, tu casa en sí me trae buenos recuerdos. - Y volvió a sonreír el cabrón, mientras a mí se me hinchaba la vena. - Recuerdas cuando...

- ¡No quiero recordar nada!

- Te veo un tanto rencorosa. - alcé una ceja, ¿estaba de coña? Suspiré. No iba a hablar más. Me di la vuelta y esa vez juro que pretendía abrir. - ¿Vas a ir mañana a la iglesia?

- Sí. - contesté. No sé por qué. No quería hablarle, ni nada, ni que me hablase, solo irme. Pero algo hacía que continuase hablando.

- Supongo que te veré ahí. - reí - ¿Qué pasa?

- No creo que un demonio como tú pueda entrar en la iglesia. - esta vez fue él el que rió - ¿Qué pasa?

- ¿Te hice la putada que te hice y solo me llamas demonio? Por favor Indi...

- No. Me. Llames. Así. - sonrió.

- India. Nunca me pegaste o me intentaste ofender con insultos, ni me gritaste enfadada. ¿Por qué?

- Tengo mejores cosas en las que gastar mi tiempo.

- Pero digo que algo de rabia te quedará.

- Me queda incluso más que antes. Pero lo siento, yo no soy como tú, yo no voy haciendo daño a la gente.

- Lo sé. Y por eso me gustas.

- No te atrevas a decirme que te gusto.

- ¿Y si te digo que te quiero? - cerré los ojos, dolida, y suspiré.

- No te creería.

- Pues hazlo.

- ¿Para qué? ¿Para que luego acabes hablando con Emer, para que acabes tirándotela de nuevo?

- Sé perfectamente por qué la odias, pero podrías al menos intentar conocerla antes de juzgarla.

- Me engañaste con ella, podré juzgarla como me de la gana.

- Todos merecemos una segunda oportunidad.

- ¿Hablas por ti mismo, o por ella? - él se quedó callado, y agachó la cabeza. Creedme que no me daba ninguna pena. - Pues que sepas que no va a funcionar así. Si ya te odiaba antes, ahora lo hago mucho más que has vuelto. - me mordí el labio para no decir todas las cosas malas que surgían en mi cabeza, y después de eso, por fin, me metí en casa, yendo directamente a mi cuarto para llorar de nuevo.


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Bueno, aquí tenéis el segundo cap, que sinceramente a mí me encanta

Espero que os esté gustando la historia, además tengo mazo de ideas para esta.
por cierto, hoy es el cumpleaños de @neresina que la muy guapa cumple 16 añazos!
(loove you)
y bueno, que me sigáis en tw (@fuckdisaster41) en instagram (lidius1d) me preguntéis en ask (lidius1d) y me sigáis en el blog con cuenta de google
y supongo que eso, que ya no tengo nada más que decir
uuuunnn beeesoooo enooormeeee
y graaaaciaaaas:)

14 comentarios:

  1. Me encanta!! Por dios Lidia sube pronto el siguiente cap y por fi avísame por Twitter (@Paola_dq)

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  2. Ay mi puat madre! Q cabron louisito jajjajajaj madre mia como te amo!! Gracias por exisstir lidia!! Gracias por las novelas genialles

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  3. mee encaantaaa!jaja sobre tido cuando estan borrachos india y Niall y luego a parece Zayn..jaja bueno esa parte
    llevaba yo elratoo con la dida de que hizo Louis y cuando porfin llego a la parte en lo que lo dice ..que cabron aaja me encanta tu novela:)

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    1. a mi tambien me gusta esa parte, :)
      ya veras como ocurrio lo de emer y louis:)
      graaaciaaas:)

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  4. Meee encantaaa!!!! Que gracioso son niall zayn e india y louis que capullo fue(con cariño) sube pronto porfavor

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  5. Dios dios dios diooooos me encanta! Incluso mas que la otraaa , siguelaa pronto :)

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  6. Sencillamente genial *.*

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